Cuando me decidí a transformar “Richie está vivo” de un guion cinematográfico a una novela, una de las cosas que más me asustó fue la necesidad de bajar a texto todas esas imágenes que me imaginaba cuando describía las escenas y escribía los diálogos.
Pasar de descripciones breves como…
ESCENA 20. EXTERIOR NOCHE. Nick y Álex caminan por un cementerio de Dallas. Llevan una linterna, la cámara de vídeo y la guitarra. Pasan por varias lápidas hasta que llegan a la de Richie…
…dejando abiertas todas las opciones que en un futuro desglose se incluirían, a tener que detallar todo de una manera más exhaustiva para que el lector pudiera visualizar exactamente las mismas imágenes que yo tenía en mi mente, fue todo un reto.
Según avanzaba en la novela me fui dando cuenta de que no sólo me sentía capaz de asumir ese reto, sino que además lo disfrutaba intensamente. Recrear y describir las diferentes localizaciones por donde nuestros personajes pasaban en su loco viaje desde Dallas hasta los cayos de Florida, me hizo sentir que yo mismo les estaba acompañando.
La historia de Nick y Álex ha tenido muchísimos cambios desde su comienzo hasta lo que finalmente ha quedado reflejado en la novela. Si mal no recuerdo, y creo que no lo recuerdo mal, la idea surgió hace muchísimo tiempo viendo una obra de teatro de un buen amigo en la que cuatro falsos Elvis Presley se repartían el trabajo de aparecerse por diferentes lugares para mantener el mito de que Elvis seguía vivo. De ese hilo fui tirando, buscando a la vez los personajes y la trama que pudieran funcionar y de esa manera acabé llegando a la estructura central de Richie está vivo.
Ha sido un proceso larguísimo, -de hecho estamos hablando de más de una década- pero siempre que he creído tener una idea interesante me ha pasado lo mismo, he necesitado dejarla madurar y madurar hasta que llegara al punto en el que sentía que ya había adquirido las características necesarias para ser una historia atractiva. Cuando escribí “Haevn”, mi primer cortometraje en 35mm, me pasó algo similar. Desde el momento de la idea hasta la finalización del proyecto pasaron varios años. De hecho comencé a escribirlo al comienzo de la carrera y no lo rodé hasta después de haberla finalizado.
Espero que si has leído Richie está vivo, la hayas disfrutado y hayas sentido también ser compañero o compañera de viaje de Nick y Álex, y si no la has leído, te animo a hacerlo, y a dejarme tu comentario.
Daniel Franco Vital.